16 de diciembre de 2010

Agente Naranja

El Agente Naranja es una mezcla de dos herbicidas hormonales: el 2,4-D y el 2,4,5-T. Fue usado como defoliante por el ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam. Ambos constituyentes del Agente Naranja tuvieron uso en la agricultura, principalmente el 2,4-D vendido actualmente en productos como el "Navigate". Aunque los dos herbicidas se degradan con bastante rapidez, la dioxina es un compuesto altamente persistente que puede permanecer en el ambiente durante décadas.


Por cuestiones de negligencia y prisa por su utilización, durante la Guerra de Vietnam, fue producido con una purificación inadecuada, presentando contenidos elevados de un subproducto cancerígeno de la síntesis del 2,4,5-T: la dioxina tetraclorodibenzodioxina. Este residuo no se encuentra normalmente en los productos comerciales que incluyen estos dos ingredientes, pero marcó para siempre el nombre del Agente Naranja, cuyo uso dejó terribles secuelas en la población de aquel país y en los propios soldados estadounidenses. Las secuelas se notan principalmente en los descendientes de los sujetos expuestos, que tienen grandes probabilidades de sufrir malformaciones. Dentro de las compañias quimicas suministradoras del Agente Naranja se encuentran Dow Chemical, Diamond Shamrock, y Monsanto.


A partir de 1961, y durante diez años, como parte de la operación Ranch Hand, las fuerzas armadas norteamericanas lanzaron alrededor de 72 millones de litros de Agente Naranja sobre el sur de Vietnam (más de 1,5 millones de hectáreas, 10% de la superficie total del país) para defoliar los bosques e impedir así que la guerrilla pudiera esconderse.

Esas operaciones militares fueron interrumpidas en 1971 a causa de las numerosas protestas que provocaron en el mundo y en los propios Estados Unidos por parte de científicos, representantes, senadores y, sobre todo, de los veteranos norteamericanos.

Vietnam estima en tres millones (los norteamericanos reconocen solamente un millón) el número de habitantes que sufren diversas enfermedades y limitaciones, como cáncer del pulmón y de la próstata, ceguera, diabetes, malformaciones congénitas y parálisis. Cientos de miles han muerto, otros enfermos viven aún en la miseria ya que sus limitaciones les impiden trabajar.


El agente naranja afectó también la fauna y devastó además 3,3 millones de hectáreas de bosques y arrozales, aunque los estadounidenses han negado siempre la existencia de una relación directa entre esas enfermedades y malformaciones de los vietnamitas y la utilización de dioxina. No existe hasta ahora ningún estudio epidemiológico importante realizado por científicos norteamericanos.

Aviones y helicópteros volaban a menos de 500 metros del suelo y rociaban unos 250 litros de herbicida por cada una o dos hectáreas de vegetación; 80% del producto permanecía sobre las copas de los árboles, mientras el resto alcanzaba un nivel inferior o llegaba al suelo. Aunque la gran mayoría de las misiones eran realizadas desde aviones, también se rociaba herbicida desde camiones, botes y hasta mochilas.


Cerca de un tercio del área fue rociada más de una vez y 52.000 hectáreas fueron pulverizadas más de cuatro veces. Según informes oficiales de Estados Unidos, la operación Ranch Hand destruyó 14% de los bosques de Vietnam del Sur, incluida la mitad de los manglares.

El Agente Naranja representó 60% de los herbicidas utilizados para destruir bosques y cultivos.

Bebés deformes como consecuencia del Agente Naranja.

El estudio Hatfield, uno de los más completos realizados hasta la fecha sobre el Agente Naranja, encontró altos niveles de dioxina en la sangre de vietnamitas nacidos luego de la guerra, lo que sugiere que los contaminantes son transmitidos a través de la cadena alimenticia. También se hallaron altos niveles de dioxina en peces y tejidos animales. El estudio no determinó el número de personas afectadas, pero los autores señalaron que es necesaria una investigación epidemial para determinar un vínculo directo entre el Agente Naranja y el alto índice de anomalías congénitas hallado en la población estudiada.





14 de diciembre de 2010

Sistemas de matanzas Nazis

  • Ahogamientos masivos
  • Cámaras de Gas (1)
  • Cámaras de gas (2)
  • Cámaras eléctricas
  • Camiones de gas
  • Ahorcamiento
  • Despeñamiento
  • Hacinamiento
  • Hambre
  • El martillo
  • El veneno
  • Fusilamientos masivos (1)
  • Fusilamientos masivos (2)
  • Incineración
  • La enfermería
  • La estaca
  • La invitación
  • La tala de árboles
  • Muerte por duchas
  • Muerte por el fuego o por bombas


Ahora paso a explicar cada una

Ahogamientos masivos.

Este método era usado en mayor medida por la Ustacha y tropas SS del este de Europa. En algunos momentos y cuando la falta de munición se unía a suelos duros y helados por el frío que no permitía cavar fosas comunes, se agrupaban formaciones de prisioneros (hombres, mujeres y niños) a los que se les rodeaba con cuerdas o alambres formando círculos de varias decenas de personas para ser arrojadas a un río o pantano. La muerte por ahogamiento era inevitable.


Cámaras de gas (1).

Las cámaras de gas primarias eran habitáculos toscamente construidos, incluso de madera, en las que se metían de 500 a 700 prisioneros en apenas 25 m²; una vez que quedaban encerrados, se arrancaba un motor diésel exterior y cuyo escape estaba conectado a la cámara. La muerte en estos casos con el monóxido de carbono era rápida e indolora, ya que antes de morir el prisionero se aletargaba en un sueño mortal carente de dolor físico, aunque brutal por saber que iban a morir.


Cámaras de gas (2).

Con el buen resultado que dieron las cámaras primarias y con la “solución final” en marcha, se construyeron cámaras sólidas y dotadas de simuladas duchas por las que se introducía el gas Zyklon B; el proceso para morir estaba inteligentemente estudiado: Primero y tras la selección de los prisioneros sentenciados eran llevados mediante engaños a unas habitaciones en las que se les obligaba a desnudarse bajo el pretexto de someterlos a unas duchas de desinfección y limpieza. Cuando ya estaban apretados en la cámara, esta se cerraba con puertas metálicas y estancas y comenzaban a expandir el gas por las duchas; los gritos de horror eran espantosos mientras que por las mirillas o ventanucos de la cámara observaban los SS la lenta y dolorosa agonía de la muerte. Una vez que todos estaban muertos y el gas eliminado, se abría otra puerta en la que los sonderkommandos arrancaban las piezas dentales de oro y recogían anillos y pequeñas joyas que escondían en los orificios vaginales o anales. Tras este proceso, los mismos sonderkommandos los introducían en los hornos crematorios para incinerar los cadáveres.



Cámaras eléctricas.

Aunque su existencia no ha sido probada si queda constancia por los testimonios de testigos y los propios acusados de Núremberg. Eran cámaras en las que el suelo metálico estaba electrificado; una vez que la cámara se encontraba llena de prisioneros se activaba la corriente eléctrica y morían electrocutados de forma terrible.

Camiones de gas.

Eran camiones con las cajas traseras completamente hermetizadas, en las que los prisioneros se colocaban de pie y apretados. Una vez cerradas las puertas traseras, se conectaba un tubo desde el escape del motor hasta la caja trasera y el vehículo se ponía en marcha. El monóxido de carbono producido por el motor diésel inundaba la caja y ahogaba en pocos minutos a los prisioneros. Cuando los camiones llegaban a las fosas comunes bastaba abrir las puertas traseras para que unos sonderkommandos sacasen los cadáveres de los prisioneros y fuesen sepultados inmediatamente.



El ahorcamiento.

Prisioneros fornidos eran obligados a talar árboles y montar con ellos toscas construcciones para ahorcar a los reos; en grupos eran subidos a los troncos y se les colocaba una soga alrededor del cuello para después derribar el tronco en donde se apoyaban y morir asfixiados.


El despeñamiento.

En las canteras y obras en las que trabajaban prisioneros esclavizados a los más débiles o agotados por la fatiga y el hambre se les empujaba al vacío para morir despeñados; a estos muertos habría que sumar los que voluntariamente se arrojaban buscando una muerte rápida y menos dolorosa.


El hacinamiento.

En los vagones de ganado destinados al transporte de prisioneros era tal el escaso espacio para moverse que cuando las puertas eran abiertas se descubría a personas que ya muertas habían permanecido de pie por no disponer de un retículo por el que desplomarse. El hambre, la sed o la falta de oxígeno eran las principales causas de estas muertes.



El hambre.

Los prisioneros que eran seleccionados para vivir eran sustentados con raciones ínfimas de algo parecido a café (que no era café) por la mañana, una especie de sopa al mediodía y en algunas ocasiones un pedazo de pan duro. En poco tiempo la débil alimentación unida a la fatiga del trabajo continuado daban cuenta de la deteriorada salud en poco tiempo pero eso no importaba al régimen nazi ya que el continuo flujo de nuevos prisioneros sustituían a los muertos por el hambre. Otra forma de morir por el hambre era el castigo; muchos prisioneros eran encerrados en grupo y atados a las paredes de una celda para dejarlos morir de hambre; tal es el caso del sacerdote Maximilian Kolbe que prefirió dar su vida a cambio de la de un prisionero condenado a morir de hambre y que imploró por vivir para volver con su mujer e hijos; este sacerdote junto a otros seleccionados murió de hambre y sed como castigo.


El martillo.

En algunos campos de concentración y exterminio (sobre todo en los de Polonia) se utilizó un sistema eficaz y barato de asesinar en masa: un prisionero era colocado tumbado y bocabajo y un martillo enorme accionado por una palanca golpeaba brutalmente la cabeza del reo, produciéndole la muerte inmediata. Unos chorros de agua para eliminar la sangre que manaba de la cabeza y otro prisionero se colocaba bajo el martillo. Muchos prisioneros de guerra rusos fueron asesinados por este método.

El veneno.

En ciertas poblaciones de este de Europa, oficiales de la S.S. reunían a los niños de los pueblos en grandes grupos y bajo sonrisas y juegos y con la excusa de una excursión campestre se les llevaba a un campo o bosque cercano en donde se les daba bebidas calientes con galletas envenenadas; pocos minutos después de tomarlas morían entre dolores terribles por el veneno.


Fusilamientos masivos (1).

A medida que invadían Europa, los soldados escogían a inocentes de forma aleatoria para fusilarlos como escarmiento por la muerte de algún soldado a manos de la resistencia o simplemente para eliminar focos de supuestos reaccionarios al régimen nazi. En el frente ruso las tropas alemanas llegaron a aniquilar totalmente más de 511 poblaciones matando a mujeres, hombres, niños y ancianos.


Fusilamientos masivos (2).

En cualquier bosque se reunían centenares o miles de prisioneros a los que se les obligaba a desnudarse. Un grupo de ellos, bien por su fortaleza física o por humillarlos, eran destinados a cavar enormes fosas. Una vez que estaban terminadas se reunían pequeños grupos desnudos al borde de las fosas y se les disparaba con las ametralladoras en ráfagas o disparos de pistola. Cuando este grupo estaba muerto se traía otro y el sistema se repetía; familias enteras fueron asesinadas de esta manera y se estima que más de un millón de seres humanos fueron exterminados por este método.



Incineración.

Esta era la forma de morir de quienes informaban a otros presos de lo que realmente ocurría en las cámaras de gas. Si un sonderkommando decía a los recién llegados que iban a morir, era introducido vivo en un horno crematorio y asesinado de esta manera cruel como ejemplo para los demás.

La enfermería.

Aunque útil para ser utilizada por los verdugos, era un lugar de terror para los prisioneros. La mayoría de los médicos de los campos de concentración experimentaban nuevas medicinas o productos tóxicos con los enfermos o prisioneros que reunían características especiales, como ser gemelos, altos, fuertes, etc.



La estaca.

Una de las formas de asesinar favoritas de los SS: con los brazos atados a la espalda, se les colgaba por la unión de las muñecas, por lo que las articulaciones se fracturan, los húmeros se desarticulan junto con la escápula y la clavícula. Tal dislocación producía horribles deformaciones, a menudo permanentes. La agonía se alargaba hasta que al fin el esqueleto se desmembraba. Por último, la víctima, paralizada, moría tras una dolorosa agonía.

La invitación.

En los campos de concentración era habitual que los verdugos escogiesen a un prisionero cualquiera y le diesen entre todos una brutal paliza. Seguidamente se le suministraba una cuerda o cinturón y se le encerraba en las letrinas o cualquier habitación “invitándole” a suicidarse. Si tras 10 minutos de espera el prisionero no se había suicidado, se le daba otra paliza. Evidentemente muchos prisioneros prefirieron suicidarse para evitar la segunda paliza.

La tala de árboles.

En los bosques de árboles altos se obligaba a los prisioneros a subir hasta la copa de los mismos y reunir allí a un buen número de ellos. Después otros prisioneros talaban el árbol desde su base y los reos que estaban en la copa morían por la caída.



Muerte por duchas.

Era común instalar en las regiones heladas duchas de campaña conectadas a bombas de presión; los prisioneros eran obligados a desnudarse en mitad de la nieve e introducirse bajo el agua helada de las duchas por lo que pronto morían de frío. Los S.S. estaban armados de varas y látigos que no dudaban en usar si algún prisionero salía de la ducha. Una vez que los prisioneros estaban muertos se retiraban los cadáveres para que la misma nieve los sepultase. Otra forma de morir por este medio era para el divertimento de los verdugos: Se cavaban agujeros en la nieve en los que metían hasta medio cuerpo a prisioneros desnudos para una vez inmovilizados echarles cubos de agua hasta quedar convertidos en estatuas de hielo. Una macabra diversión de la S.S.


Muerte por el fuego o por bombas.

Este método era habitual de la Ustacha. Cuando llegaban a cualquier pueblo del este de Europa, reunían a la población y separaban a mujeres, niños y ancianos por un lado y a hombres por el otro. Los hombres eran torturados y fusilados y los demás encerrados en graneros, iglesias o sinagogas a las que se les prendía fuego para morir abrasados en su interior o se lanzaban por las ventanas granadas de mano y bombas.







... y esto es todo por esta vez.


28 de noviembre de 2010

Bosón de Higgs

El bosón de Higgs es una partícula elemental hipotética masiva cuya existencia es predicha por el modelo estándar de la física de partículas. Desempeña un papel importante en la explicación del origen de la masa de otras partículas elementales, en particular la diferencia entre el fotón (sin masa) y los bosones W y Z (relativamente pesados). Las partículas elementales con masa y la diferencia entre la interacción electromagnética (causada por los fotones) y la fuerza débil (causada por los bosones W y Z) son críticos en muchos aspectos de la estructura microscópica (y así macroscópica) de la materia. Con esto, si la partícula existe, el bosón de Higgs tendría un enorme efecto en la física y el mundo de hoy. Hasta la fecha, la acumulación de los datos empíricos analizados y publicados no es suficiente para confirmar directamente la existencia del bosón de Higgs, no obstante, se trata de la única partícula elemental del modelo estándar que no ha sido observada experimentalmente.

El mecanismo de Higgs, lo que da masa al vector bosón, fue teorizado en 1964 por Peter Higgs, François Englert y Robert Brout (quienes trabajaban en las ideas de Philip Anderson), e independientemente por G. S. Guralnik, C. R. Hagen y T. W. B. Kibble. Higgs -en un comentario añadido a una carta dirigida a la Physical Review- propuso que la existencia de una partícula escalar masiva podría ser una prueba de la teoría. Steven Weinberg y Abdus Salam fueron los primeros en plicar el mecanismo de Higgs a la ruptura espontánea de simetría electrodébil. La teoría electrodébil predice una partícula neutra cuya masa no sea muy lejana de la de los bosones W y Z.


Visión teórica general

La partícula llamada bosón de Higgs es un cuanto de uno de los componentes del campo de Higgs. En un espacio vacío, el campo de Higgs adquiere un valor esperado de vacío (VEV) diferente de cero que permanece constante en el tiempo y en todo lugar del universo. El VEV de un campo de Higgs es constante e igual a 246 GeV. La existencia de un VEV no nulo tiene una importancia fundamental: da una masa a cada partícula elemental, incluyendo al mismo bosón de Higgs. En particular, la adquisición espontánea de un VEV diferente de cero rompe la simetría gaugiana electrodébil, un fenómeno conocido como el mecanismo de Higgs. Este es el simple mecanismo capaz de dar masa a un bosón de gauge que es también compatible con la Teoría de campo de gauge.

En el modelo estándar, un campo de Higgs consiste en dos campos neutrales y dos cargados. Los dos componentes cargados y uno del neutro son bosones de Goldstone, que no tienen masa y se convierten, respectivamente, en los componentes longitudinales de tercera-polarización de los bosones W y Z (masivos). Lo cuántico de los restantes componentes neutrales corresponde a los bosones masivos de Higgs. Un campo de Higgs es un campo escalar, el bosón de Higgs tiene un espín cero y no tiene momento angular intrínseco. El bosón de Higgs es también su propia antipartícula y tiene simetría CPT.

El modelo estándar no predice el valor de la masa del bosón de Higgs. Si la masa de este bosón es entre 115 y 180 GeV, entonces el modelo estándar puede ser válido a todas las escalas energéticas hasta la escala de Planck (1016 TeV). Muchas teorías están a la expectativa de una nueva física más allá del modelo estándar que podría surgir a escalas de TeV, basadas en las carencias del modelo estándar. La escala más alta posible de masa permitida en el bosón de Higgs (o en alguna ruptura espontánea de simetría electrodébil) es de un TeV; tras ese punto el modelo estándar se vuelve inconsistente sin un mecanismo de ese tipo porque la unicidad es violada en ciertos procesos de dispersión. Muchos modelos de supersimetría predicen que el bosón de Higgs tendrá una masa sólo ligeramente por encima de los actuales límites experimentales, a unos 120 GeV o menos.


Investigación experimental

Una simulación del detector CMS del Gran Colisionador de Hadrones, mostrando cómo se prevé que sean las trazas del Bosón de Higgs.

Hasta la fecha, el bosón de Higgs no ha sido observado experimentalmente, a pesar de los esfuerzos de los grandes laboratorios de investigación como el CERN o el Fermilab. La no observación de pruebas claras permite estimar un valor mínimo experimental de masa 114.4 GeV para el bosón de Higgs del modelo estándar, con un nivel de confianza del 95%. Un pequeño número de eventos no concluyentes han sido registrados experimentalmente en el colisionador LEP en el CERN. Éstos han podido ser interpretados como resultados de los bosones de Higgs, pero la evidencia no es concluyente. Se espera que el Gran Colisionador de Hadrones, ya construido en el CERN, pueda confirmar o desmentir la existencia de este bosón. El anillo de 27 km de circunferencia (llamado Large Hadron Collider) fue encendido el 10 de septiembre de 2008, como estaba previsto, pero un fallo en el sistema de enfriamiento que debe mantener los imanes a una temperatura aproximada de -271,3 °C detuvo el experimento, hasta el 20 de noviembre del 2009, dia en el que volvió a ser encendido, desde 450 GeV a 2.23 TeV. Pero fue apagado para realizar ajustes y el 30 de marzo, volvió a ser encendido, aunque a potencia de 7 TeV. Eso si, no será hasta 2013 cuando funcione a pleno rendimiento.

25 de noviembre de 2010

Complejo de Edipo

En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).

El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño». Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:

  • Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto.
  • Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.

La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica. El período de manifestación del complejo de Edipo coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta.




Importancia del concepto para el psicoanálisis


El complejo de Edipo es considerado la piedra angular de la teoría de Freud. Es un concepto clave del psicoanálisis y sus derivados actuales tanto como fundamento de la teoría, como construcción explicativa en la clínica:

  • para la teoría, porque constituye el eje central de la teoría pulsional y de la metapsicología con la que Freud pretende explicar el funcionamiento psíquico y la estructuración de la personalidad;
  • para la clínica, debido a que del desarrollo, evolución y forma de resolución de la conflictiva edípica derivará la estructura y la forma en que se presentarán los síntomas en las distintas modalidades patológicas.

Por eso el complejo de Edipo es una idea tan central para el psicoanálisis como lo es la universalidad de la prohibición del incesto y constituye un correlato del complejo de castración.

La historia del psicoanálisis en su conjunto está fuertemente ligada a la historia del complejo de Edipo y a las discusiones en torno a su significación. El concepto también ha suscitado desde su origen muchas críticas, tanto internas al psicoanálisis como desde otras disciplinas y corrientes teóricas.


Historia del complejo de Edipo

El concepto fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito de Edipo de la mitología griega clásica, más precisamente, en la versión que entrega Sófocles en la tragedia Edipo Rey: Edipo es el hijo de Layo y Yocasta. Layo, para evitar que se cumpla el horrible destino que el oráculo le ha anunciado (que va a ser asesinado por su propio hijo), entrega a Edipo recién nacido a un sirviente para que lo abandone en un cerro de Citerón. Desobedeciendo al rey, el sirviente lo entrega a un pastor, quien lo acoje y finalmente lo entrega al rey de Corinto, Pólibo y su esposa Mérope, quienes lo adoptan, le dan un nombre (Edipo significa «pies hinchados») y lo crían cual si fuera su propio hijo. Sin embargo el joven Edipo, al escuchar rumores acerca de que el rey y la reina no son sus padres, consulta al oráculo de Delfos, quien le revela que su destino será dar muerte a su propio padre y que se casará con su madre. En efecto, Edipo asesina a Layo y se casa con Yocasta para más tarde descubrir la desastrosa verdad de que son sus padres.

Cuando Yocasta descubre que Edipo es su hijo se suicida. Edipo, incapaz de soportar el horror que el parricidio y el incesto le provocan, se saca los ojos y en total humillación, abandona la ciudad para vagar como un pordiosero por toda Grecia, atendido por su hija Antígona.



La primera vez que el complejo de Edipo aparece mencionado en la obra freudiana es en 1910, aunque existen razones para suponer que cuando Freud se refiere en 1908 a los “conflictos nucleares” (Kernkonflikte) ya está aludiendo a la conflictiva edípica.

Carl G. Jung desarrolló de forma análoga el «complejo de Electra» describiéndolo como la atracción sexual inconsciente que siente una niña hacia su padre. Freud nunca aceptó esta idea de Jung porque se contraponía con las teorías que él venía desarrollando, particularmente en dos aspectos:
  • la importancia que tiene para la niña la inclinación inicial por la madre (en la fase preedípica) y
  • la preponderancia central del falo en el desarrollo de los sujetos de ambos sexos en la fase fálica del desarrollo libidinal.

En la teoría freudiana el complejo de Edipo es un fenómeno que aparece en el desarrollo de todos los seres humanos, tanto en el sexo masculino como en el femenino. Esto no significa, sin embargo, que tenga igual evolución en ambos sexos: para Freud el complejo de Edipo femenino no es simétrico al del niño.

Se trata además de un fenómeno universal, que ocurre con independencia de factores como la educación, la pertenencia étnica o la cultura. Freud desarrolla esta idea en su obra Tótem y Tabú sirviéndose de una metáfora, de una suerte de "mito científico" propio, para argumentar la universalidad del complejo de Edipo.

Freud plantea el escenario en que podría haberse instaurado el tabú del incesto e inaugurado la cultura: En una época indeterminada de las hordas primitivas, los hombres vivían en pequeñas agrupaciones dominadas por un macho poderoso y tiránico (el padre) que tenía el privilegio de poseer a las hembras. Un día los machos jóvenes de la horda primitiva deciden rebelarse contra el padre, lo asesinan y se comen su cadáver.

La cena totémica habría involucrado además una dimensión simbólica muy importante: no sólo se habrían comido el cuerpo, sino que principalmente también sus atributos espirituales, lo que da por resultado una identificación con el padre. El arrepentimiento y los sentimientos de culpa que surgieron tras el asesinato los llevaron a instaurar un nuevo orden social basado en la exogamia, es decir, en la prohibición (o tabú) de poseer a las mujeres del clan, al tiempo que instauraron el totemismo (tabuización de dar muerte al tótem (figura que sustituye simbólicamente al padre). El padre asesinado, sin embargo, tiene más poder y autoridad que el padre vivo, concluye Freud, puesto que la obediencia retroactiva que se le presta se basa en el sentimiento de culpa. Las prohibicioes del totemismo (el incesto y matar al tótem) representan los dos deseos inconscientes centrales del conflicto edípico. Concluye Freud en esta obra que el complejo de Edipo es la condición central del totemismo, por lo tanto, universal y fundante de la cultura en cualquier sociedad de seres humanos.




Implicaciones del complejo de Edipo


La conflictiva edípica debe ser cancelada (no necesariamente por el mecanismo psíquico de la represión) para posibilitar el desarrollo de la sexualidad del niño. En el inconsciente se pone en funcionamiento el llamado complejo de castración, que aporta al niño una respuesta rudimentaria al enigma que le plantea la diferencia anatómica de los dos sexos (posesión o privación del pene), que el niño atribuye al cercenamiento del pene en la niña. El niño teme el cercenamiento del pene como castigo por sus deseos incestuosos y actividades sexuales, lo cual le provocará una intensa angustia de castración. En la niña, la ausencia de pene es percibida como un daño que, según el psicoanálisis, ella misma intentará negar, compensar o reparar durante su desarrollo. Según Freud, mientras el complejo de castración posibilita la salida del complejo de Edipo en el niño (el niño descubre que la madre está castrada y depone sus deseos incestuosos por temor a la castración) representa para la niña la entrada al complejo de Edipo, es decir la niña se dirigiría hacia el padre en busca del falo faltante en la madre.

El interés del niño por los genitales desaparece durante el período de latencia y reaparece con la pubertad. Cuando ve la falta en una niña, advierte la posibilidad de la castración pero la amenaza adquiere su efecto con posterioridad (nachträglich, en el original en alemán).



Solución del conflicto


Se sustituye la investidura de objeto por la identificación, se introyecta a la autoridad del padre y se forma el núcleo del Superyó, que severamente prohíbe el incesto y el retorno de las investiduras de objeto. Las aspiraciones libidinales son desexualizadas y sublimadas por una parte, e inhibidas en sus metas y mudadas en mociones tiernas, por otra parte. Con esto se da inicio al periodo de latencia. En rigor, el complejo de Edipo no es objeto de la represión, sino que más bien opera una cancelación y destrucción del complejo.

La niña percibe inicialmente que su clítoris es un pene pequeño que ya crecerá pero, al advertir que las mujeres adultas no poseen pene, intuye que ha sido castrada. El Superyó se instituye como resultado de la educación y el amedrentamiento externo. La niña se acerca al padre en busca de lo que la madre no tiene. 

Simbólicamente el falo pasa del pene al hijo, su complejo culmina en el deseo del recibir de regalo un hijo de su padre, el cual permanece en lo inconsciente como el del pene y constituye la base para su futura función sexual.

En la generalidad de los casos, el niño trata, en su deseo de superarlo, de parecerse a su rival. Acaba entonces por identificarse con él, en una especie de solidaria convivencia, en la que el padre se vuelve un modelo para el niño. Lo mismo ocurre, aunque no de manera simétrica, entre la niña y su madre.

22 de noviembre de 2010

Como cocinar Humanos


Esta es una guía paso a paso de cómo convertir un cuerpo humano en porciones bien escogidas y útiles de carne. Como en cualquier ámbito, hay muchos métodos para llevar esto a la práctica y deberan tomar este texto más como un compendio de sugerencias que como reglas concretas. Notaran que la reducción de piezas más grandes en otras más pequeñas o cortes “al por menor” serán mencionados solamente de pasada, y no me centrare en ello. Además, evitaremos el uso de grasa humana y visceras, dejándo su uso a cocineros más experimentados. Estas opciones, junto con recetas y sugerencias de presentación, son casi infinitas en su variedad y las dejamos en manos del lector. He adecuado estas pautas para que sean simples y funcionales, pero reconozco que siempre hay sitio para la mejora y doy la bienvenida a sus sugerencias.

Antes de llevar a cabo la tarea principal, debemos mencionar que el despiece completo de una persona requiere una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y espacio. Si el consumidor no desea pasar por la dura prueba de procesar y almacenar el animal entero, un alternativa fácil es la que sigue. Simplemente sierre a través de una o ambas piernas en los puntos directamente debajo de las ingles y de algunos centímetros sobre las rodillas. Una vez que estén peladas, estas porciones se puedan entonces cortar en filetes redondos del grosor escogido, deshuesándolos para realizar asados, etc. La carne para varios platos se obtiene así fácilmente sin necesidad de destripar o de las complejidades de preparar el cuerpo entero.

El cuerpo humano (también referido a través de la historia culinaria como “cerdo largo” o “cabra sin pelo” en el caso de especímenes más jóvenes) no está estructuralmente diseñado como fuente de alimento. Observando la anatomía y el esqueleto, uno puede ver que el animal humano no está construido para ser consumido, y como tal no proporcionará tanta carne como el cerdo o la vaca (por ejemplo, un vaca de 1000 kilos alcanza para obtener 432 kilos de carne vendible). La pelvis central grande y las amplias láminas del hombro también interfieren en la realización de cortes perfectos. Sin embargo también tiene sus ventajas, especialmente debido al hecho de que el especímen típico pesará alrededor de 70 kilos, siendo manipulado fácilmente por una persona de suficiente envergadura.


Aquí debemos mencionar la precaución en la elección de su alimento. Es MUY IMPORTANTE recordar que los animales criados para la matanza están mantenidos en ambientes controlados y dietas cuidadosamente diseñadas. Los seres humanos no. Así no sólo la carne de cada persona varía en calidad, sino que la gente está además expuesta a una gama enorme de enfermedades, infecciones, desequilibrios bioquímicos y hábitos nocivos, los cuales aumentan típicamente con la edad. Cuando el animal envejece, la carne pierde su dulzura, llegando a ser resistente y fibrosa. No se le permite a ningún animal de campo envejecer más de treinta años, siendo de séis a trece meses de edad el tiempo de matanza más común. Ustedes desearán obviamente un joven pero físicamente desarrollado humano en aparente buena salud. Cierta cantidad de grasa es deseable para proveer a la carne de jugo y sabor. Personalmente preferimos a hembras caucásicas en la veintena. Son piezas “maduras”. Pero el gusto varía, y la manada es muy grande.

El carnicero necesitará un espacio bastante espacioso en el cual trabajar (se sugiere una localización interior), y una tabla grande de carnicero. Es necesario instalar un soporte superior central llegada la hora de suspender en alto el cuerpo. Son convenientes tinas o barriles grandes para la sangre y los residuos, y una fuente de agua cercana. La mayoría del trabajo se puede hacer con herramientas simples: cuchillos planos afilados cortos y largos, un machete y una sierra .

Preparación del cuerpo: Adquirir el especímen es cosa suya. Para conseguir los mejores resultados, la frescura es imprescindible. Un ser humano vivo en cautiverio es óptimo, pero no siempre es una opción disponible. Cuando sea posible cerciórese de que el animal no se alimente más que de mucha agua durante unas 48 horas. Este ayuno contribuye a purificarlo, purgando las toxinas almacenadas y los residuos corporales, además de hacer la sangría y la limpieza más sencillas. Bajo condiciones ideales, ésto atontará al espécimen y lo insensibilizará. Las lesiones inesperadas y súbitas en la cabeza son las más efectivas, los tranquilizantes no son recomendables pues pueden corromper el sabor de la carne. Si el sacrificio no es posible sin excitar el animal y provocar una lucha (lo cuál bombearía un mayor volumen de sangre y de secreciones tales como adrenalina a través del cuerpo), una sola bala en el centro de la frente o detrás del cráneo será suficiente.


El colgaje: Una vez que el animal esté inconsciente o muerto, está listo para ser alzado. Cuelgue los pies primero y posteriormente las manos, con la cabeza abajo. Esto se llama la “postura de Gein” (Nota del traductor: en referencia a Ed Gein, célebre antropógafo psycho-killer norteamericano del siglo XX). Lazos simples de cuerda se atarán alrededor de las manos y de los pies para después unirlos a una barra transversal o a una viga del techo. O, haciendo un corte detrás del tendón de Aquiles, un garfio se puede insertar en cada tobillo para ayudar a que cuelgue. Las piernas se deben separar de modo que los pies estén alineados fuera de los hombros, con los brazos extendidos paralelos a las piernas. Esto proporciona el acceso a la pelvis, y mantiene los brazos apartados en una posición lista para su retirada. Es más fácil trabajar si los pies están ligeramente sobre el nivel de la cabeza del carnicero.

Sangría: Coloque un recipiente abierto grande debajo de la cabeza del animal. Con un cuchillo largo y plano comience en una esquina de la quijada y haga un corte de “oído-a-oído” a través del cuello y la laringe hacia el lado opuesto. Esto separará las arterias carótidas internas y externas y los vasos sanguíneos principales que llevan sangre del corazón a la cabeza, la cara, y el cerebro. Si el animal no está todavía muerto, ésto lo matará rápidamente, y permitirá que la sangre drene en cualquier caso. Después del chorro inicial de sangre luego éste ha de ser controlable y se dirigirá hacia un receptáculo. El drenaje puede ser asistido dando masajes a las extremidades de forma centrífuga, comprimiendo y lanzando, “bombeando” el estómago. Un especímen maduro contendrá casi seis litros de sangre. No hay uso para este líquido, a menos que una fuente esté esperando para utilizarlo inmediatamente para propósitos rituales. Provoca el vómito en la mayoría de la gente si es bebida, y debemos mencionar que debido a la posibilidad del SIDA es recomendable que por motivos de seguridad toda la sangre se debe considerar contaminada. No se sabe si la carne de un ser humano VIH-positivo es peligrosa incluso si está cocinada, pero éste es otro factor a considerar al elegir a un espécimen.


Decapitación: Cuando la sangría disminuye, puede iniciarse la preparación para la decapitación. Continúe con un corte de la garganta alrededor del cuello, de la mandíbula a la parte posterior del cráneo. Una vez que el músculo y el ligamento se hayan rebanado, la cabeza puede ser retirada limpiamente agarrándola de cualquier lado y retorciéndola, separación que tiene lugar donde la médula espinal se encuentra con el cráneo. Esto nos servirá para fijarnos en el método que se utilizará para dividir otras articulaciones, en las que la carne se deberá cortar primero con un cuchillo, y el hueso expuesto entonces será separado con una sierra. El mérito de conservar el cráneo como trofeo es discutible por dos razones principales. Primero, un cráneo humano puede hacer sospechoso al nuevo dueño. En segundo lugar, la limpieza cuidadosa es difícil debido a la gran masa cerebral, trabajosa de retirar sin abrir el cráneo. El cerebro no es buen alimento. Quitar la lengua y los ojos, pelar la cabeza, y colocarla a la intemperie en una jaula del alambre puede ser eficaz. La jaula permite que los limpiadores pequeños tales como hormigas y gusanos limpien la carne de los huesos, mientras que la previene de limpiadores más grandes, tales como perros o niños. Después de un período de tiempo suficiente, puede recuperar el cráneo y hervirlo en una solución diluída de lejía para esterilizarla y terminar con cualquier tejido fino restante.

El desholle: Después de quitar la cabeza, lave el resto del cuerpo. Debido a la inexistencia de mercados importantes de venta de carne humana, el cuidado en quitar la piel en una pieza única no es necesario, haciendo la tarea mucho más fácil. La piel es de hecho un órgano grande, y al retirarlo se expone no sólo la configuración muscular, sino también consiguimos librarlo del pelo y minúsculas glándulas desagradables productoras de sudor y sebo. Un cuchillo plano corto se debe utilizar para evitar tocar el músculo y las visceras. La piel se compone de dos capas, una delgada externa seguida de otra capa más gruesa de tejido debajo. Al deshollar, primero marque la superficie, cortando ligeramente para asegurar la profundidad y la dirección. El diagrama de patrón en tiras es un buen ejemplo, dividiendo la superficie en porciones fáciles de manejar. Retire la piel tirando hacia arriba y pelando con una mano, mientras que coloca el cuchillo tan tangencialmente a la piel como sea posible para cortar el tejido conectivo. Los órganos genitales externos constituyen únicamente un pequeño obstáculo. En el varón el pene y el escroto se pueden separar y desechar, en la hembra los labios externos serán pelados como el resto del cuerpo. Es importante en este punto dejar el ano intacto, dejando un círculo de la piel alrededor de él. No es necesario molestarse en deshollar manos y pies, estas porciones no merecen el esfuerzo a menos que usted planee conservarlos en vinagre o utilizarlos en sopa. La piel se puede desechar o convertir en cortezas fritas. Hierva las tiras y pele la capa más externa, después corte en pedazos más pequeños y fríalos en aceite hierviendo hasta que estén crocantes. Espolvoree encima sal, pimienta cayena, ajo y pimentón.

Destripamiento: El siguiente gran paso es la evisceración completa del cuerpo. Para comenzar, haga un corte desde el plexo solar, el punto entre el esternón y el estómago, hasta casi el ano. Tenga mucho cuidado en no cortar los intestinos, pues esto contaminaría los alrededores con bacterias y heces (si esto sucede, limpiar en profundidad). Una buena manera de evitar esto es utilizar el cuchillo dentro de la pared abdominal con la hoja dirigida hacia usted, y cortar de forma cautelosa. Haga un corte alrededor del ano y cósalo con cuerda. Esto también evita la contaminación, impidiendo que el cuerpo expulse cualquier material por el intestino. Con una sierra, realize un corte a través el hueso púbico. La parte inferior del cuerpo está ahora totalmente al descubierto y puede comenzar a sacar las masas de órganos (intestinos grueso y delgado, riñones, hígado y estómago) y retirarlos de la pared posterior. Para el torso, primero corte el diafragma de manera circunferencial. Esto es la membrana muscular que divide la cavidad toráxica de la cavidad abdominal. Quite el esternón, cortando el punto en cada lado donde conecta con las costillas, y después aserrando y separándolo de las clavículas. Algunos prefieren serrar justo en el medio, dependiendo de la idea que usted tenga para los cortes finales. El corazón y los pulmones se pueden separar y un corte en la garganta sirve para quitar la laringe y la tráquea. Una vez que todos los órganos internos están fuera, retire cualquier resto de vaso sanguíneo o tejido conectivo del interior de la carcasa, y lave a fondo.


Quitando los brazos: El verdadero despiece del cuerpo empieza ahora. Realice un corte en la axila dirigido hacia el hombro y separe el hueso de brazo, el húmero, de la clavícula. Corte la mano un centímetro aproximadamente por encima de la muñeca. La mayoría de la carne está aquí entre el codo y el hombro, pues los grupos del músculo son más grandes en este lugar y porque en el antebrazo existen dos huesos. Otra manera de cortar esta porción es separar el músculo deltoides del brazo cerca del hombro (pero dejándolo unido al tronco) antes de quitar el miembro. Esto disminuye el porcentaje de la carne usable del brazo, pero permite una tira más grande de hombro. Una pura cuestión de preferencia personal. Corte y rompa la articulación del codo, y así las dos mitades de cada brazo estan ahora listos como porciones. La carne humana siempre deberá ser cocinada correctamente antes de comerla.

Dividiendo la carcasa: El cuerpo principal está ahora listo para ser dividido. Algunos gustan de serrar en línea recta a través de la espina dorsal desde las nalgas al cuello. Esto deja fibras musculares que encajan las vértebras en el extremo de las costillas. De cualquier manera, la carne aquí se adhiere firmemente sobre el hueso, y la encontramos más adecuada (si es que se utiliza) cuando está hervida para sopa. Por ello nuestro método preferido es quitar totalmente la espina dorsal cortando y después aserrando a ambos lados desde el cóccix en adelante.

Cortando las mitades: Las mitades se pueden bajar ahora, a menos que su tabla de carnicero sea muy corto. Esto es inadecuado, y usted tendrá que cortar mientras cuelga, rebanando a través de cada lado en un punto a su elección entre la parrilla costal y la pelvis. Es tiempo ahora de pensar en cómo quiere servir la carne, pues ello determinará el estilo de cortes a realizar. Ésto también dependerá en gran medida de la configuración muscular (buena forma física) de su especímen. Primero, corte los pies cerca de tres centímetros por encima del tobillo. Los huesos son muy gruesos donde la pierna conecta con el pie. Deberá dividir la carne en dos porciones principales más: las costillas y el hombro, y la hemipelvis y pierna. En medio está el vientre, que puede utilizarse para los filetes o bistecs, si son lo suficientemente gruesos, o inclusive como tiras de tocino si desea realizar cortes delgados. Tiras anchas y delgadas de carne puede también enrollarse y ser cocinados para servirlos como asado. Aproveche la carne que está a lo largo del borde de las costillas, y después corte filetes del flanco de muslos y grupa.


Cortando el cuarto superior: Aunque no sea realmente el 25% de la carne que usted conseguirá, así se denomina al cuarto del cuerpo según la división en porciones importantes. Puede aprovechar el cuello, o dejarlo para conectarlo con el hombro. El paso principal en esta fase es quitar la lámina del hombro y la clavícula. La mejor manera y también la más fácil que hemos encontrado es cortar a lo largo del contorno de la lámina del hombro, quitando la carne en forma de tapa y después dislocando el hueso grande. Para retirar la clavícula haga una incisión a lo largo de su longitud y entonces córtela y sepárela. Dependiendo del desarrollo del pectoral, puede decidir separarlo como lo que usualmente se califica como “falda” y separarlo antes de cortar las costillas. En la hembra el pecho se compone en gran parte de glándulas y de tejido graso, y a pesar de su aspecto apetitoso es algo no comestible. Las costillas son la parte más apetecible de este cuarto. Son las favoritas para las parrilla, puediendo dividirlas en secciones de varias costillas cada una y cocinarlas tal cual, cortando por la mitad para costillas más cortas, o incluso fileteandolas si la masa del músculo es suficiente.

Cortando el cuarto inferior: Aquí es donde está la mayoría de la carne, pues los seres humanos son animales erectos. La masa muscular es mayor en las piernas y la grupa. El muslo es tan comparativamente grande aquí que puede hacer cualquier cosa con ella. Los pedazos principales son la nalga o grupa y la pierna superior, el muslo. Nuestra división usual es seccionar la pierna rozando la nalga, cortando entonces la masa ósea de la rodilla, dejando de 2 a 3 centímetros de margen superior e inferior. Antes de hacer esto, quizá prefiera quitar el músculo entero de la parte posterior de la pierna baja, siendo éste el mejor corte de este área. La pierna superior está lista ahora para cualquier cosa, como filetes redondos lo más hermosos y gruesos posibles. La nalga tendrá que ser seccionada y separada de la pelvis en un trozo algo triangular. Las piernas se fijan a la cadera en un punto delantero en el cuerpo, por lo cual hallaremos poca interferencia a la hora de realizar este corte. La carne restante estará en los muslos por delante de la pelvis.


Y básicamente esto es todo. Un congelador medio proporciona un montón de espacio de almacenaje, o puede incluso desear construir un simple ahumadero a la antigua usanza. Las menudencias y otros despojos inútiles pueden disponerse de varias formas, como puré o pienso, enterrarlos, tirarlos… sólo por nombrar algunas. Los huesos se secarán y llegarán a ser frágiles después de ser cocidos al horno, y pueden ser entonces pulverizados.


¡Recuerden que el Canibalismo es ilegal, esta solo es una guia teorica (aunque bastante util)!

16 de octubre de 2010

Simbolismo

El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX, originado en Francia y en Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva». El movimiento tiene sus orígenes en Las flores del mal, libro emblema de Charles Baudelaire. Los escritos de Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire apreciaba en gran medida, fueron también un gran influyente en el movimiento, concediéndole la mayoría imágenes y figuras literarias que utilizaría. La estética del Simbolismo fue desarrollada por Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine en la década de 1870. Ya para 1880, el movimiento había atraído toda una generación de jóvenes escritores cansados de los movimientos realistas. Fue definido en su momento como un movimiento oscuro y enigmático debido al uso exagerado de metáforas que buscaban evocar afinidades ocultas por medio de la sinestesia.

 La mort du fossoyeur ("La muerte del sepulturero") de Carlos Schwabe forma un compendio visual de los principales temas del simbolismo. Muerte, ángeles, nieve y las dramáticas poses de los personajes.

Evolución

Orígenes y precursores


Le Coin de table, retrato colectivo pintado por Henri Fantin-Latour (1872, Museo de Orsay), Paul Verlaine‎ y Arthur Rimbaud sentados a la izquierda.

El Simbolismo fue en sus comienzos la reacción literaria en contra del Naturalismo y Realismo, movimientos anti-idealísticos que exaltaban la realidad cotidiana y la ubicaban por encima del ideal. Estos movimientos provocaron un fuerte rechazo en la juventud parisina, llevándolos a exaltar la espiritualidad, la imaginación y los sueños. El primer escritor en reaccionar fue el poeta francés Charles Baudelaire, hoy considerado padre de la lírica moderna y punto de partida de movimientos como el Parnasianismo, Decadentismo, Modernismo y el Simbolismo. Sus obras, entre las que destacan Las flores del mal, Los pequeños poemas en prosa y Los paraísos artificiales, fueron tan renovadoras, que incluso algunas de ellas fueron prohibidas por considerarse oscuras e inmorales retratando sin tapujos el uso de drogas, sexualidad y satanismo. El primer movimiento descendiente de esta ideología sería el Parnasianismo.

La separación entre simbolistas y parnasianos se provocó al no compartir los primeros el apoyo al verso perfecto de los parnasianos. El Simbolismo se fue dirigiendo más bien al hermetismo, permitiendo versificacion libre, y desdeñando la claridad y objetividad del Parnasianismo. Aunque sin embargo varias características parnasianas fueron acogidas, como su gusto por los juegos de palabras, la musicalidad en los versos y, más que nada, el lema de Théophile Gautier del arte por el arte. Los movimientos quedaron completamente separados cuando Arthur Rimbaud se mofó del estilo perfeccionista parnasiano, publicando varias parodias sobre el modo de escribir de sus más prominentes figuras.


La llegada de los poetas malditos

Otros dos precursores del simbolismo fueron los franceses Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Estos dos poetas, que para esa época tenían una azarosa relación amorosa, fueron decisivos para el arranque del movimiento. Rimbaud, que contaba con 17 años, fue el más influyente, al buscar lo que llamó su alquimia del verbo en la cual trataba de convertirse en vidente por medio del desarreglo de todos los sentidos. Con este pretexto pasó a sumirse, junto a Verlaine, en toda una ola de excesos. Vagabundeaba día y noche por las calles de París para luego presentarse en las reuniones literarias con la ropa sucia o en estado etílico, hechos que rápidamente le dieron mala fama y el sobrenombre de enfant terrible. Sus obras más representativas y únicas fueron Una temporada en el infierno e Iluminaciones.


En cuanto a Verlaine, su libro de crítica literaria Los poetas malditos se covirtió en el más influyente escrito dentro del Simbolismo hasta esa época, mostrando la verdadera esencia del movimiento. En él se exponían ensayos sobre Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Villiers de L'Isle-Adam, y "Pobre Lelian" (anagrama del propio Verlaine); poetas a los cuales Verlaine bautizó como malditos.

Verlaine expuso que dentro de su individual y única forma, el genio de cada uno de ellos había sido también su maldición, alejándolos del resto de personas y permitiéndoles de esta forma acoger el hermetismo y la idiosincrasia como formas de escritura. También fueron retratados como desiguales respecto a la sociedad, teniendo vidas trágicas y entregados con frecuencia a tendencias autodestructivas; todo esto como consecuencia de sus dones literarios. El concepto de Verlaine del poeta maldito fue en parte tomado del poema de Baudelaire llamado Bendición, que inicia su libro Las flores del mal.

Después de esto, Paul Verlaine se convertió rápidamente en el líder del decadentismo y Stéphane Mallarmé (1842–1898) pasó a ser la figura más representativa del simbolismo, en especial después de publicar su libro Una tirada de dados jamás abolirá el azar, creando un lenguaje hermético cercano al antiguo culteranismo español y a la sintaxis del inglés y reuniendo semana a semana a decenas de escritores en su casa.


Movimiento. Definición y estilo

 El pecado por Franz Stuck.

La poesía simbolista busca vestir a la idea de una forma sensible, posee intenciones metafísicas, además intenta utilizar el lenguaje literario como instrumento cognoscitivo, por lo cual se encuentra impregnada de misterio y misticismo. En cuanto al estilo, basaban sus esfuerzos en encontrar una musicalidad perfecta en sus rimas, dejando a un segundo plano la belleza del verso. Intentaban encontrar lo que Charles Baudelaire denominó la teoría de las «correspondencias», las secretas afinidades entre el mundo sensible y el mundo espiritual. Para ello utilizaban determinados mecanismos estéticos, como la sinestesia.


El manifiesto simbolista

Los simbolistas creían que el arte debía apuntar a capturar las verdades más absolutas, las cuales sólo podían ser obtenidas por métodos indirectos y ambiguos. De esta forma, escribieron con un estilo altamente metafórico y sugestivo. El manifiesto simbolista, publicado por Jean Moréas, definía al Simbolismo como enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad, la descripción objetiva y señalaba que su objetivo no está en sí mismo, sino en expresar el Ideal:

"Ainsi, dans cet art, les tableaux de la nature, les actions des humains, tous les phénomènes concrets ne sauraient se manifester eux-mêmes ; ce sont là des apparences sensibles destinées à représenter leurs affinités ésotériques avec des Idées primordiales."

(En este arte, las escenas de la naturaleza, las acciones de los seres humanos y todo el resto de fenómenos existentes no serán nombrados para expresarse a sí mismos; serán más bien plataformas sensibles destinadas a mostrar sus afinidades esotéricas con los Ideales primordiales.)


Simbolismo literario hispano

El simbolismo literario hispano, con algunos importantes antecedentes peninsulares como Gustavo Adolfo Bécquer y Salvador Rueda, se subsumió en un movimiento más general conocido como Modernismo, que empezó en Hispanoamérica. Se encuentra Simbolismo ya en los cubanos Julián del Casal y José Martí, en el colombiano José Asunción Silva, en el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera y otros autores posrománticos americanos como el argentino Leopoldo Lugones,el uruguayo Julio Herrera y Reissig, José Antonio Ramos Sucre, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón, Guillermo Valencia, o el peruano, José María Eguren; Rubén Darío, gran introductor del Modernismo en España, lo asimiló y difundió. En España lo cultivaron Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Francisco Villaespesa y Ramón Pérez de Ayala entre los más importantes. 


El simbolismo en otras artes

Paralelamente a la preocupación del impresionismo por la pintura al aire libre contra el academicismo oficial y a los intentos de construcción científica de la pintura por el llamado puntillismo, se desarrolla una nueva concepción sobre la función y objeto de la pintura. Los simbolistas —cuyos precedentes se encuentran en William Blake, los nazarenos y los prerrafaelitas— propugnan una pintura de contenido poético.

El movimiento simbolista reacciona contra los valores del materialismo y del pragmatismo de la sociedad industrial, reivindicando la búsqueda interior y la verdad universal y para ello se sirven de los sueños que gracias a Freud ya no conciben únicamente como imágenes irreales, sino como un medio de expresión de la realidad.

El Simbolismo no pudo desarrollarse mediante un estilo unitario; por eso, se hace muy difícil definirlo de forma general. Es más bien un conglomerado de encuentros pictóricos individuales.

Necesitó desde un principio de un idioma pictórico abstractivo. En consecuencia, los pintores hicieron uso de un vocabulario de formas lineal y ornamental y de una composición del cuadro antinaturalista. Son especialmente estos elementos abstractivos y acentuados en la linealidad, así como las relaciones composicionales inmanentes al cuadro, los que hacen del Simbolismo el precursor del tan cercano Modernismo. En Gustave Moreau existe una visión particular sobre la belleza, el amor y la muerte. Pierre Puvis de Chavannes parece perpetuar la claridad y el rigor compositivo del clasicismo combinado con colores planos y claros. Sus obras parecen vacías de movimiento y de luz. Odilon Redon encamina sus esfuerzos hacia la representación de ideas, de tal manera que su obra se aproxima a lo que más tarde será la estética surrealista.

El Simbolismo es una tendencia que supera nacionalidades, límites cronológicos y estilos personales. Podemos encontrar figuras tan dispares como Vincent Van Gogh, Paul Gauguin, Gustav Klimt, Edvard Munch, etc. Para complicar más la cuestión, el Simbolismo derivará en una aplicación bella y cotidiana de honda raigambre en el arte europeo de fines del siglo XIX y principios del XX: el Art Nouveau. El Simbolismo pretende restaurar significado al arte, que había quedado desprovisto de éste con la revolución impresionista. Mientras que otros neoimpresionistas se inclinan por ramas científicas o políticas, el Simbolismo se decanta hacia una espiritualidad frecuentemente cercana a posiciones religiosas y místicas. La fantasía, la intimidad, la subjetividad exaltada sustituyen la pretenciosa objetividad de impresionistas y neo-impresionistas. Continúan con la intención romántica de expresar a través del color, y no quedarse solamente en la interpretación. Ahí encontramos el nexo de unión con el resto de neo-impresionistas, puesto que las teorías del color local y los efectos derivados de las yuxtaposiciones de primarios, complementarios, etc., les resultarán muy útiles a la hora de componer sus imágenes, muy emotivas, como en la casi violenta visión de la pasión amorosa que Klimt ofrece en su Dánae.

Los simbolistas encontraron un apoyo paralelo en los escritores: Charles Baudelaire, Jean Moréas, en contra del naturalismo descarnado de Zola. En cuanto a la escultura, Rodin fue el más cercano a sus planteamientos, y pese a todo, íntimamente ligado a los presupuestos del gran escultor impresionista Edgar Degas. Muy cercana a los planteamientos del Simbolismo, en cuyo seno se inscribe, se sitúa la Escuela de Pont-Aven, una de las primeras en definirse como tal. Pont-Aven es una pequeña localidad rural de la Bretaña francesa, a donde se dirigió en 1886 un grupo de pintores neo-impresionistas. El primero de todos fue Émile Bernard, que trataba de recuperar la integridad de lo rústico, de lo arcaico, en una región totalmente ajena a los avances de la vida moderna. Bernard cultivó un estilo muy personal de colores planos, perfectamente delimitados en contornos silueteados.


La escultura simbolista

El Simbolismo posee una estética académica, y se presta más a las realizaciones escultóricas de vanguardia. 

Junto con Rodin destacan Aristide Maillol (1861–1944), que es el gran maestro de la escultura simbolista. La noche, Isla de Francia, Flores en la pradera, Venus, Flora, El río. También destacan Adolf von Hildebrand, Estatua ecuestre del príncipe regente, Medardo Rosso, Niño enfermo, Cabeza de niño, Emile-Antoine Bourdelle, Hércules arquero.


Pintura simbolista

En el ámbito de la pintura, el simbolismo encuentra exponentes como Gustave Moreau (francés que nace en 1826 y muere en 1898). Sus pinturas más destacadas son "Júpiter y Semele", "Europa y el toro" y "los unicornios". 

También está el artista Odilon Redon, otro francés que nace en 1840 y fallece en 1915. Como obras importantes, hay que destacar "El carro de Apolo", "Druida" y "viejo alado con larga barba". Hay que destacar también a "Los Nabis", un grupo de tres artistas que son Félix Valloton ( suizo, 1865-1925) (obra: "la pelota"), Pierre Bonnard (francés, 1867-1947) (obra: "Mujeres en el jardín") y Edouard Vuillard (francés 1868-1940) (obras: "jardines publicos" y "los dos escolares") y finalmente con Néstor Martín-Fernández de la Torre desaparece el simbolismo tras su muerte, ya que él lo representaba siempre en todos sus pinturas.



Simbolismo pictórico

Pictóricamente las características más relevantes son las siguientes: 
  • Color: a veces se utilizaban colores fuertes para resaltar el sentido onírico de lo sobrenatural. Del mismo modo el uso de colores pasteles, por parte de algunos artistas, junto con la difuminación del color, perseguía el mismo objetivo. 
  • Temática: Pervive un interés por lo subjetivo, lo irracional, al igual que en el romanticismo. No se quedan en la mera apariencia física del objeto sino que a través de él se llega a lo sobrenatural, lo cual va unido a un especial interés por la religión. Los pintores y poetas ya no pretenden plasmar el mundo exterior sino el de sus sueños y fantasías por medio de la alusión del símbolo. La pintura se propone como medio de expresión del estado de ánimo, de las emociones y de las ideas del individuo, a través del símbolo o de la idea.

Una de las novedades más importantes, a nivel temático, es el de la mujer fatal. Surge la unión entre el Eros y el Thanatos y en ello subyace una nueva relación entre sexos.

A la pintura se la define con conceptos como ideista (de ideas), simbolista, sintética, subjetiva y decorativa. 

  • Técnicas: Lo que une a los artistas es el deseo de crear una pintura no supeditada a la realidad, en oposición al realismo, y en donde cada símbolo tiene una concreción propia en la aportación subjetiva del espectador y del pintor. No hay una lectura única, sino que cada obra puede remitir cosas distintas a cada individuo. Su originalidad, pues, no estriba en la técnica, sino en el contenido. 

Los simbolistas españoles estuvieron fuertemente influidos por el arte de los precursores, entre los que destacan Gustave Moreau, Pierre Puvis de Chavannes, Arnold Böcklin, Edward Burne-Jones y Robert Bresdin.

Muchos se decantaron solamente con el auténtico exponente del Simbolismo. Odilon Redon, que cultivó un estilo de colores puros y una temática fantasiosa, buscaba una síntesis entre el sueño y la vida. Sin embargo, ya se habían manifestado estas ideas en el Gauguin de la Escuela de Pont-Aven y en sus seguidores.

Posteriormente, los Nabis, segunda generación simbolista, aspiraron a traducir estas ideas en forma de vida y en activas reformas. Al contrario que el impresionismo, escuela concreta y localizada básicamente en Francia, el Simbolismo fue un gran movimiento que también se extendió a España. Se difundió a partir de 1890, y adoptó diferentes interpretaciones. En Cataluña cabe señalar la obra de Joan Brull, Adrià Gual y del Santiago Rusiñol de mediados de los años de 1890. En el seno del Simbolismo tomó también cuerpo una tendencia que acentuaba ciertos trazos de sus figuraciones, lo que desequilibraba la representación objetivista de las cosas en un sentido fuertemente expresivo.


En Bélgica cabe señalar la obra de Jean Delville, Fernand Khnopff y Degouve de Nuncques, en la línea del culto a lo misterioso. Esta tendencia, que tiene un precursor claro en el belga Félicien Rops, está representada por Jan Toorop, una de las figuras clave, junto a Klimt, del Simbolismo pictórico.

En Italia, por el contrario, el Simbolismo tuvo una fuerte base de minucioso realismo en la obra de Gaetano Previati, Giovanni Segantini y Pellizza da Volpedo.

También en Alemania el arte simbolista se caracterizó por una técnica muy realista, pero con una temática idealista; destaca aquí Ferdinand Hodler (Suizo).

En los países escandinavos se caracteriza por una visión austera y una acusada expresión de la soledad, con artistas como V. Hammershoi, Harald Sohlberg, Thorárinn B. Thorláksson y Magnus Enckell. La excepción sería el fines Akseli Gallen-Kallela, inclinado hacia la mitología.

Cabe señalar la marcada influencia del Simbolismo en movimientos posteriores, como el Art nouveau o el Surrealismo.


Los representantes
  • Gustave Moreau (1826–1898): gran dibujante y de gran virtuosismo técnico. Es un narrador de sueños y extrañas visiones. Su fuente de inspiración principal es la mitología. 
  • Gustav Klimt (1862–1918): sin duda uno de los más importantes representantes del Simbolismo, de cuyas obras se podrían destacar El beso, El friso de Beethoven, Palas Atenea, Judith I, Las tres edades de la mujer, Nuda Veritas y Dánae. La mayoría de sus cuadros están cargados de un sentido lírico-decorativo y retratan a mujeres fatales, jóvenes, pelirrojas y sensuales. 
  • Odilon Redon (1840–1916): es el más puro de los simbolistas. Representa lo mágico, lo visionario y lo fabuloso. El sueño, La Esfinge, El nacimiento de Venus, Las flores del mal, Mujer y flores. 
  • Pierre Puvis Chavannes (1824–1898): es el más idealista del grupo. Utiliza tintas planas, subordinadas a un buen dibujo. El pobre pescador, Bosque sagrado, Musas inspiradoras. 
  • Carlos Schwabe: es un pintor de gran imaginación para plasmar imágenes oníricas. Es precursor del modernismo. Spleen e ideal, La boda del poeta y la musa. 
  • Leon Spilliaert: La travesía. 
  • Edward Robert Hughes: Un idilio de sueño. 
  • Herbert James Draper: Lamento de Ícaro. 
  • Franz von Stuck: El pecado. 
  • Néstor Martín Fernández de la Torre: Considerado el último simbolista, con él murió el simbolismo.

The Satyr of the Garden of Hesperides (1922-1923) de Néstor Martín Fernández de la Torre


La escuela de Pont-Aven

Desde 1873 la villa de Pont-Aven es frecuentada por los alumnos de la Escuela de Bellas Artes de París. En 1886 llega Gauguín y en 1888 se instala un grupo de pintores dispuestos a seguir sus enseñanzas al margen de la Academia. Participan en la exposición del Café Volpini en 1889. Ese mismo año, Gauguín marcha para Tahití y el grupo se desvanece.

Sus obras se caracterizan por el uso libre del color —pueden pintar la hierba roja si así lo sienten—, que se aplica en grandes manchas y con tintas planas. Utilizan el cloisonismo. El resultado es una obra altamente decorativa. En esta forma de pintar ha influido mucho el conocimiento del arte primitivo y las estampas japonesas. 
Existe una voluntad de sintetizar las formas. Son una síntesis entre el estilo impresionista y el simbolista por lo que pueden ser considerados simbolistas, por su espíritu.

Entre los pintores más destacados de Pont-Aven están Emile Bernard: Bretones bailando en la pradera, Charles Laval: Autorretrato, Jacob Isaac Meyer Haan: Bretonas tejiendo cáñamo, Paul Sérusier: Naturaleza muerta con escalera, Claude-Emile Schuffenecker: Los acantilados de Concarneau, Cuno Amiet, Louis Anquetin y Roderic O’Connor.


Los nabis

Los nabis son seguidores de las ideas estéticas de la escuela de Pont-Aven, pero no pertenecen a la Academia, o son desertores. Nabis significa profetas, en hebreo. Intentaron que el Impresionismo se acercase al Simbolismo, por lo que se les puede considerar simbolistas. Su concepción estética es fundamentalmente decorativa, por lo que lo que se plasma en el cuadro es un juego de sensaciones, más que una construcción intelectual.

Utilizan colores planos, con un gran sentido estético. Tienen una libertad absoluta a la hora de utilizar el color y las composiciones. Usaron todo tipo de materiales en sus cuadros, pintura, cola, cartón, etc., para diferenciar texturas, pero sin llegar al collage. Proyectaron vidrieras y usaron litografías y grabados para expresarse.

Decoraron teatros, portadas de libros, revistas y cualquier cosa que les solicitasen, trabajando por encargo. Esto implicó, por un lado que sus obras fuesen ampliamente conocidas y por otro que no fuesen únicas, sino que se imprimían y repetían, dando a la obra de arte una nueva dimensión. La obra de arte deja de ser única, a pesar de ello no crearon escuela.


Entre los nabis destacan pintores como Pierre Bonnard: Retrato de Nathanson y la señora Bonnard, Edouard Vuillard: Autorretrato, Maurice Denis: Paisaje con árboles verdes, Félix Vallotton: La lectora, Ker Xavier Roussel: Montones junto al mar, Henri-Gabriel Ibels, y Paul Ranson. También pueden considerarse nabís los tres grandes simbolistas, Gustave Moreau, Odilon Redon y Chavannes.